domingo, 30 de octubre de 2011

LA REDOTA


    La celebración del Bicentenario de la cual todos formamos parte, es un hecho histórico, nos da la oportunidad de reflexionar sobre estos 200 años de historia vivida, de valorar la diversidad en la construcción de nuestra identidad como orientales, de repensar el resultado de profundas luchas y conquistas políticas, sociales, culturales e ideológicas que le imprimieron un sello único a nuestra nación.
   Corría el año 1811, habiendo logrado ese gran triunfo  como fue la Batalla de las Piedras y teniendo que levantar el sitio a la ciudad de Montevideo, los orientales enterados de su futura suerte, donde eran dejados de lado proclaman a Artigas en octubre de 1811 Jefe de los Orientales. “Ellos se creyeron un pueblo libre, y en la alternativa de doblar la rodilla ante el tirano que los había oprimido o entregarse ante la desolación y la muerte, se decidieron por esta última, proclamándome su general en jefe.
   Dejaban atrás su motivación (el miedo), se dirigían “al otro lado del río” que es un no lugar. Por algo lo llamaban ellos mismos a este tiempo triste “la redota; una palabra dos veces bien elegida: sin retorno y sin meta: de ruta y derrotero, o sea camino a seguir.
   Por los campos sin fronteras en que emergía el espíritu revolucionario  corrían caballos llevando las buenas nuevas de la revolución. Temblaban los campos, una sola voz clamorosa escucha: libertad, libertad, libertad en pos de ese paisano José Artigas que no tenía nada que perder. “Toda la Banda Oriental sigue en masa resueltos  todos a perder mil vidas antes que gozarlas en la esclavitud” señala nuestro máximo prócer.
   Como dijo Zorrilla de San Martín, Artigas tomó a su pueblo, a todo su pueblo y lo cargó en sus hombros de gigante. Y dijo “Vamos…”. “y los héroes eran mujeres, y eran niños, y eran viejos, muy viejos algunos. Y eran soldados y familias, la misma familia de Artigas…” “ Y eran indios semisalvajes, y eran próceres, Suárez, Barreiro, Bauza… Y eran los curas de las parroquias y los franciscanos de Montevideo, expulsados por ser amigos de los matreros… Y era Artigas…”
   “ La marcha es penosa y lenta. Unos van a caballo, otros a pie, los otros en vehículos más o menos groseros; carros destechados o cubiertos de cuero, rastras tiradas por caballos, acémilas cargadas…”
   Artigas describía la situación en un oficio diciendo: “no se pueden expresar las necesidades que todos padecen expuestos a las mayores inclemencias; sus miembros desnudos se dejan ver por todas partes y un poncho hecho pedazos, liado a la cintura es todo el equipaje de estos bravos orientales”.
   En un oficio a Andrés de Guacuraú  Artigas concentra su pensamiento ético con estas palabras: “al Jefe de los Orientales podrían arrancarle la vida, pero no llegarán nunca a envilecerlo al extremo de que venda el rico patrimonio de su patria al bajo precio de la necesidad”
   Hoy más que nunca debemos recordar los logros obtenidos y poner en práctica el compromiso de todos para que perduren a través del tiempo. En honor a la Libertad que consiguieron nuestros próceres y a todos loa habitantes de esta tierra que desean un país libre y pacífico es este sencillo y humilde homenaje al mejor de los orientales JOSÉ GERVASIO ARTIGAS.

                                                                                               Maestras de la escuela












No hay comentarios:

Publicar un comentario